“En Maviaca asesoramos a empresas y emprendedores que necesiten saber, en todo momento, en qué situación se encuentran. Hacer periódicamente un chequeo es fundamental para mantener la salud financiera de una empresa y prever posibles problemas en el futuro”
¿Qué tal estoy de liquidez?
El objetivo de cualquier empresa es mantenerse en el corto plazo primero y en el largo, después. Para saber si se puede conseguir, el emprendedor debe analizar la liquidez de la compañía, es decir, la cantidad de efectivo y los activos, que se puedan convertir en efectivo, para satisfacer las obligaciones de deuda a corto plazo.
Un indicador financiero que sirve para medir si la empresa puede hacer frente a estas deudas en el corto plazo es la prueba ácida. La fórmula de dicho es: PA= (Activo corriente- Inventarios)/ Pasivo corriente
¿Soy lo suficientemente solvente?
La solvencia es la capacidad de una empresa para cumplir con sus obligaciones de deuda en cualquier momento. El indicador más sólido para medirla sería la relación entre deuda y capital (D/C). Si esta es baja, significa que las operaciones están siendo financiadas por los accionistas más que por los acreedores, lo que es una gran ventaja para la empresa y habla bien de su solidez en el terreno financiero.
¿Estoy siendo eficiente?
Para sobrevivir hay que tener eficiencia operativa y la manera de medirla es mediante el indicador llamado margen operativo. Esta métrica indica el porcentaje que supone el beneficio antes de intereses e impuestos (BAII) sobre el total de las ventas.
Cuanto mayor sea el margen operativo de la empresa, mejor ya que significa que está ganando más por cada euro que consigue con sus ventas. El resultado revela si la gestión de la empresa es correcta y si la compañía será capaz de sortear los obstáculos financieros que se encuentre en el camino.
¿Cuento con la rentabilidad que necesito?
Una compañía puede sobrevivir sin ser rentable durante un periodo de tiempo determinado, gracias a la buena voluntad de los acreedores e inversores, pero en el largo plazo, es vital tener rentabilidad.
El indicador para medirla es el margen neto, que se corresponde con la relación entre las ganancias y los ingresos totales: es decir, el beneficio neto dividido por la cifra de negocios.
Cuanto mayor es el margen neto, mayor será el margen de seguridad financiera, lo que indica que una empresa se encuentra en una mejor posición para invertir su capital en crecer y expandirse.
La empresa, al igual que una persona, debe utilizar el dinero de una forma responsable y no asumir riesgos que puedan pagarse caros en el futuro. La educación financiera es fundamental para que el emprendedor pueda gestionar con eficiencia su compañía y analizar correctamente el estado de su salud financiera.
Con información de BBVA BANCOMER.